martes, 29 de mayo de 2007

Santa Anita hizo los milagros


Milagro 1: No hubo sangre.

Milagro 2: Los comerciantes salieron solos.

Milagro 3: Alva Castro lució viril.

Milagro 4: Quedamos, ante la prensa internacional, como un país civilizado.

Sin embargo -y siempre hay un "pero" en las historias de nuestra ciudad- Castañeda Lossio se metió bajo la cama y el comentario general de los limeños fue: tanta vaina y no pasó nada. ¿Peeeeeeeeeeeeeeeeeerrrrrdón? Pues sí, he percibido - y corríjanme si me equivoco- que la gente está decepcionada porque no hubo show. Lean, como muestra, el comentario que me dejó este personaje:


Iber dijo...
tanto comentario y a la hora de la verdad, no hay niños alquilados, fue un psicosocial (creado sabe Dios por quien?) para indisponer a los lectores contra los comerciantes desalojados?. Se acabo y fin de la historia.
28 de mayo de 2007 01:51 PM


Bueno pues, parte de ser civilizados es que haya espacios públicos para que gente como Iber exprese su opinión. Lo que yo lamento, además de esta alucinante decepción general ante la falta de espectáculo, son dos cosas:

1) Lamento que Iber ni siquiera haya escuchado en los noticiarios o leído en los periódicos que los niños que andaban solos por ahí tuvieron que ser trasladados al INABIF y que, tal y como dijo la policía, encontraron varias armas de fuego y decenas de escopetas de fabricación artesanal, dinamita, macanas y las famosas "cazabobos" (unos atados de apariencia inofensiva que estallan con sólo tocarlas).

Para el anecdotario negro: terminado el desalojo, cuando mi compañero Juan Carlos Vera hacía unas tomas en las jaulas de los animales (tenían un mini zoológico en el mercado) uno de los cazabobos estalló y lo dejó medio sordo. El policía que estuvo más cerca perdió temporalmente la audición. Gracias a Santa Anita que Juan Carlos no ha perdido una pierna, y no creo que al visitarlo en el hospital la historia de un psicosocial le hubiera sonado graciosa. No sé tú, Iber, pero las bombas a mí me resultaron muy reales.


2) Lamento que Fernandino Nieto, en cuya oficina se encontraron kilos de dinamita y granadas de guerra, haya fugado con los bigotes afeitados y el cabello peinado hacia atrás para pasar piola. Lamento que un delicuente de su talla -porque incluso algunos comerciantes afirman que fue la dirigencia la que los obligó a permanecer dentro del mercado- haya huido mientras sus "representados" lloran la desgracia y duermen en un parque.

Y más que lamentar, protesto porque sus cómplices, por cubrirlo, agredieron a esta reportera ayer. Un "comerciante" me lanzó agua -espero que haya sido agua- y de un golpe rompió el lente angular de mi cámara de video, el que cayó y con el que se pusieron a jugar fútbol. Véanlo aquí:


Las imágenes fueron captadas por una de las cámaras de la página web del diario El Comercio. Para mañana más detalles sobre la fuga de Nieto, quien por cierto acaba de ser denunciado.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Bloggers en defensa de RCTV



Me ha llegado un mail con el link de un blog creado para defender a la cadena Radio Caracas Televisión, la última víctima del dictadorcete venezolano Hugo Chávez. Si entran a él puden participar de una protesta real, a pesar de la virtualidad del medio, en contra de la decisión de Chávez de no renovarle la licencia a una cadena televisiva de oposición que lleva 53 años al aire en Venezuela.

Hagan click aquí y podrán participar:

http://www.freerctv.com/es/petition.php


El blog, por cierto, tiene colgado un documental que retrata las intenciones de Chávez sin usar un texto tendencioso ni absolutamente ningún elemento extraño, sólo es una secuencia de sus propias declaraciones. Vale la pena verlo y unirse a la causa, porque como periodista me parece un asesinato. Chávez, "alias presidente de Venezuela", quiere ofrecerle a su gente -como hizo Fujimori- medios a lo Crousillat, realidad virtual para todos los venezolanos, una escenografía que sirva de sombra para seguir festinando la plata del petróleo. Es la inspiración para el manual del perfecto dictador latinoamericano, pero este, encima, se cree Bolívar.

El Papa en problemas (de nuevo)

Homenaje brasileño a Benedicto XVI



A Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, le ha caído un aluvión de críticas otra vez. Durante su visita a Brasil, el Papa soltó una controvertida afirmación: que los aborígenes latinoamericanos habían anhelado en silencio recibir la fe cristiana y que el catolicismo no se les impuso nunca. Para mayores detalles lean esta nota de la BBC.

La visita del Papa al Brasil, sin ninguna duda, resultó apoteósica y es una lástima que un comentario empañe el mensaje de fe que trajo al continente. Sin embargo, su afirmación me resulta indefendible. Me gustaría saber qué opinan. Nuevamente, el blog es suyo.

martes, 22 de mayo de 2007

Mercado de Santa Anita: Oe, a cuánto están los niños?

Hizo falta órdenes policiales, alarmas en la prensa y un ultimátum fiscal para que las madres de los niños escudo sacaran a sus hijos del polvorín que es el mercado de Santa Anita. Pero lo que me pone la piel de gallina es que los comerciantes, en vista de que se quedaban sin carne de cañón, han empezado - y no es broma- a alquilar niños. ALQUILAN NIÑOS EN EL MERCADO DE SANTA ANITA, POR DIOS SANTO, para pararlos en la primera línea de combate.

Acabo de hablar con un alto oficial de la policía encargado del desalojo. Imaginarán que lleva sobre los hombros el peso de Júpiter. Era casi la medianoche y seguía en coordinaciones porque al parecer el desalojo ya no tardará en producirse. Mientras alistan carpas en los hospitales, los comerciantes acumulan un arsenal de objetos punzocortantes, armas de fuego y material inflamable listo para defender, con la demencia del caso, el dichoso local.

Sin embargo, lo que realmente me conmovió de este prominente oficial es que estaba asqueado. Ni él ni yo podíamos creer que fuera cierto: los dirigentes del mercado de Santa Anita han reclutado decenas de niños y adolescentes a cuyos padres les pagan a cambio de permitir que sus hijos permanezcan dentro del mercado. Nunca más retorcida ni más macabra la creatividad peruana para inventar una forma de frenar la arremetida policial.

Claro, era la manera más astuta -y vil- de evadir la responsabilidad legal. La semana pasada la fiscal Lidia Vega logró que los comerciantes firmaran un acta comprometiéndose a retirar a los niños. Si no lo hacían, sus madres serían enjuiciadas y podrían incluso perder la patria potestad de sus hijos. La fiscal, tras horas de negociación, les arrancó la rúbrica a pesar de que las madres temblaban ante la presencia de los dirigentes, encabezados por Fernandino Nieto, quien aparentemente las presionaba para que mantuvieran a los niños dentro del mercado. El asunto es que hoy, cuando ya muchas de ellas -madres al fin-habían regresado a sus hijos a casa, se puso en marcha el plan más ruin del que haya tenido noticia desde Herodes: alquilar niños, dejarlos como blanda muralla de contención y luego que los enjuicien no más, total, ¿la patria potestad de quién van a quitarles?

La responsabilidad, de comprobarse que es la dirigencia la que facilita el dinero para el "alquiler", los llevaría de igual modo al banquillo porque estarían cometiendo el delito de exposición de personas al peligro. Pero eso, claro, sucederá sólo cuando tengamos que contar cuántos niños heridos - y quizás cuántos muertos- han quedado como saldo.

Lo que no termino de entender es cuándo se terminó de joder el Perú. Porque corrupción siempre ha habido, injusticia, pobreza, siempre ha saltado la rabia que generan las diferencias en algún pleito, pero esto, francamente, me parece un nivel nunca visto de miseria moral. Miseria tal vez derivada de la otra miseria, la que no deja comer. No sé si estar a punto de morir de hambre puede servir de justificación para comerte a tu hermano, pero en este caso los comerciantes ni remotamente han llegado a ese límite y se dan un lujo que yo no puedo darme, el de pisotear verduras en sus protestas. ¿Será que la pobreza nos ha carcomido tanto que nos devoró el corazón? Vamos, alguien ayúdeme a entender.

domingo, 20 de mayo de 2007

Bush y Fidel: Los "Gemelos"


La Estatua de la Libertad ahorita debe estar tratando de cruzar el desierto hacia Tijuana. El estreno del documental Sicko, de Michael Moore, le arrancó palmas emocionadas al público en el Palacio de los Festivales de Cannes. Sicko intenta enrostrarle al gobierno las carencias enormes de su sistema de salud, pero Mr. Bush, sin necesidad de carta notarial, ya le hizo llegar su respuesta a Moore: lo ha denunciado. Click aquí para más información sobre el estreno.

Resulta que en marzo pasado, Moore ingresó a territorio cubano con un grupo socorristas que limpiaron los escombros del 9/11 para que fueran atendidos por los "extraordinarios" servicios de salud que brindan los gringos en la base de Guantánamo. Evidentemente, terminaron en cualquier hospital cubano, atendidos -aunque nos joda la Cuba de Fidel- decentemente.

El asunto es que el gobierno gringo acaba de demandarlo -días antes del estreno del documental en Cannes- por haberse zurrado en el bloqueo estadounidense y por hacer, supuestamente, campanha pro Fidel.

Lo que me parece una ironía -de las que provocan una carcajada que termina en llanto- es que Mr. Bush denuncie a un periodista por, supuestamente, publicitar a otro gobernante que también boicotea documentales -y notas, y opiniones, y pensamientos- contrarios a su régimen, y que también se "encarga" de los periodistas antipáticos que lo critican. Qué es eso? Un chiste para oligofrénicos? Esos dos senhores, la verdad, son la misma vaina: gemelos cuando se trata de la prensa. Ay, y yo que pensé que el Perú del chino era irrepetible, ahí tenemos la versión primermundista.

Mientras tanto sigamos aplaudiendo el trabajo de periodistas chinches como Moore, que tuvo que enviar copias de su documental fuera de EEUU por siaca. Y esperemos a que traigan Sicko al Perú, o a que los piratas nos lo pongan en la cara por la ventana del carro.

viernes, 18 de mayo de 2007

La hija política


A estas alturas, cuando es inminente el estallido de una potente denuncia periodística contra el presidente -nada menos- de la mismísima Comisión de Fiscalización del Congreso, este aporte resulta ya anecdótico. Sin embargo he querido consignarlo porque me resulta sumamente curioso lo que el congresista involucrado respondió.

Alejandro Rebaza Martell, aprista electo por Cajamarca, tiene fama de hombre correcto. Lo extraño es que, gracias a que la lista de asesores se ha puesto al alcance de todos los mortales, alguien nos avisó que Martell tiene contratada en su despacho, como asesora tipo dos, a Karina Villena Chuman, novia de su hijo.

Al preguntarle al congresista por el asunto, su respuesta se me hizo bastante intersante:

"Claro, son enamorados, pero no hay ningún parentesco de manera formal, el Código Civil no establece ningún impedimento y el reglamento del Congreso tampoco. Es más, ella ha sido mi compañera de estudios en la UPAO, ha trabajado intensamente conmigo y viene asesorándome porque es abogada y tiene cursos de maestría.
- ¿Y esto, éticamente, no se ve mal?
- No, porque no es una novia consentida, ¿no? Ella es simplemente una enamorada de mi hijo. (...) No hay conflicto de interés, más bien lo que habría es una mayor confianza en una asesora que tiene cierta identificación."

La ética es un asunto medio nebuloso en el Congreso de nuestro Perú. Es demasiado etérea para comprenderla, es un concepto perdido, olvidado, jurásico. Pero hay que admitir algo también del otro lado: la colegada, gracias a esta dichosa lista, se ha puesto el cuchillo en la boca y se olvidado de preguntar. Ahora se acusa de frente para ganar tiempo porque total, parece que nadie es inocente en ese Hemiciclo.

Creo que por eso es tan importante redoblar el esfuerzo en investigar. Redoblarlo no sólo porque los otorongos ya se encargaron de barrer como locos la mugre bajo la alfombra, sino también porque es peligroso, nos podemos enfermar de denuncitis, acusar por las puras y terminar pareciéndonos a ellos. ¡Dios nos libre!

Alquilo asesor

La publicación, via internet, de la lista de contrataciones de personal en el Congreso ha causado el mismo efecto que una alarma contra incendios. Aquí un breve resumen del alboroto de ayer y dejo abierto el debate.



viernes, 11 de mayo de 2007

La verdadera epopeya

Es curioso cómo los peruanos caemos en provocaciones inútiles y libramos guerras absurdas. Guerras sangrientas que nos regalan la gloria de tener más héroes qué recordar pero que nos retrasan décadas y nos dejan heridas demasiado profundas. El escándalo que provocó la mini serie Epopeya es otro recordatorio del trauma que significó la guerra del Pacífico, y es tal vez un ejercicio interesante asomarnos a la herida y ver cuán dolorosa es.

Lo que van a ver es una recopilación fotográfica de Renzo Babilonia, un periodista que viajó a los archivos de Santiago de Chile para completar una colección envidiable de imágenes captadas por fotógrafos de guerra, fotos de escenas reales que retratan la verdadera epopeya desde ambos lados de la línea de combate. Asómense con un click a un reportaje realizado el año 2004 sobre un momento histórico que nos ha heredado lecciones no debemos olvidar.


Reportaje sobre la guerra del Pacífico
Colocado por libertadcero

sábado, 5 de mayo de 2007

LIAR LIAR LEVY



Abraham Levy tiene una deuda conmigo. Quizás él ya lo ha olvidado pero, como diría su mentor Montesinos: "La información es poder". Ha llegado el momento de desenmascarar a este hombre del tiempo al que ni el tiempo ha podido convertir en hombre.

Remontémonos a 1999. La dictadura lo maneja todo, Fujimori es la reina madre y Abraham Levy tiene un programa en América Televisión (la antena más caliente del país) en el que usa su maravilloso programa de computadora llamado SATEL para predecir el clima. En fin. Yo soy una criatura del señor, alumna de Luis Iberico en el Taller de Investigación en Televisión, curso de mediados de carrera en la UPC. Hay que hacer el trabajo final, una entrevista picante con algún personaje a elegir de una lista puesta en la pizarra por el profesor. Yo llegué tarde y sólo queda Abraham Levy. Qué remedio.

Por esos días había saltado a la luz pública un asunto intrincado: corrían los rumores de que Levy asesoraba a Fujimori, que manejaba un inusitado poder en la América Televisión de los Crousillat y que se le veía ir a coordinar con la crema y nata de la corrupción. Yo, una mocosa inofensiva, llegué a pedirle una entrevista en la que, evidentemente, iba a incluir la pregunta de rigor: ¿es o no es asesor de Fujimori, señor Levy?

Sentados en su oficina en canal 4, el mismo Levy consultó, riéndose, si se lo iba a preguntar. Imagino que no esperaba mucho fuego de una estudiante cachetona, con voz de pajarito y encima de la UPC. "Es mi primera pregunta", le dije. "Ah, bueno, pregunta lo que quieras, no hay problema". El mismo Levy me dio luz verde para tocar el tema, pero la sonrisa se le borró dos minutos después.

- Si no es usted asesor del presidente, ¿por qué Beto Ortiz (acabadito de renunciar a La Revista Dominical) dice que sí?
- No lo sé.
- Ah bueno, entonces ustedes se llevan mal.
- No, para nada.
- Entonces, ¿por qué Beto Ortiz miente?
- No lo sé.
- Debe odiarlo para inventar semejante cosa.
- No... eh...

A Levy empezó a picarle algo. Lo peor vino después, cuando saqué una fotocopia (la más misia que puedan imaginar) del diario La República, donde se publicaba una foto de José Enrique Crousillat, Fujimori y Levy juntos en una fiesta. Otra vez la pregunta:

- ¿Por qué goza el hombre del tiempo de tanta confianza, tanta que asiste junto con los dueños del canal a las fiestas del presidente?

Levy esbozó alguna respuesta, exhaló toda la rabia que pudo y estalló.

- ¡Retrocedan! Basta, retrocedan la cinta. ¡Vamos a volver a grabar!
A ver, a ver. Ni a un estudiante que intenta parecer periodista le puedes decir que borre su entrevista y que la vuelva a grabar. No, naca, never, así no juega Perú, eso no se hace jamás, imposible. Es casi una mentada de madre a la profesión. En fin, mis recontra capos compañeritos, por supuesto, no retrocedieron un segundo. Hicieron la finta, cuadraron el VHS (sí, era VHS, Dios santo) y empezamos de nuevo. Levy, evidentemente, se dio la vuelta como si fuera una moneda. De pronto empezó a contestar con su encantadora sonrisa y con la voz más relajada que nunca. "Ja, ja, qué sé yo, ja, ay, quién sabe, yo no soy asesor, no sé nada".

Luego de algunas preguntas sobre SATEL y sobre los especiales que hacían él y Laura Bozo los sábados (AGGGG!!!!, recordar esto me ha obligado a tomar Mylanta) finalicé la entrevista con toda la ingenuidad que pude reunir.

- Y, claro, es que usted es... meteorólogo, pues, ¿no?
- No, no...
- Ah, es que usted es ingeniero...
- No, tampoco...
- No, disculpe, es astrónomo.
- No (y una vena en su sien hacía abdominales).
- ¿Periodista?

Levy no tiene ninguna profesión. Yo lo sabía. Me parecía sospechoso que tuviera un ingeniero que hacía todo el trabajo por él y que su esfuerzo fuera, simplemente, poner la cara, la vocecita relajada y el aire campechano en televisión. Por qué el canal más importante del país -de entonces- le confiaba a este señor un programa diario? "No será vara?", le dije sonriendo, y Levy me miró con ganas de cobrarse conmigo todo el holocausto. "A los chicos de la UPC -finalizó mirando a la cámara- les digo que no van a ser mejores periodistas porque acorralen a sus entrevistados". Se paró de la silla sin despedirse y desapareció. Cuando salimos de América Televisión con las cintas en la mochila sentimos que éramos los sobrevivientes de una bomba atómica.

La bomba, claro, llegó al día siguiente, sábado. Yo fui a mi clase de edición con Yuri Garrido, un personajete de la televisión que cometió conmigo una serie de delitos. Ni bien llegó a clase me encerró con él en el switcher (un cuartito donde está el control de cámaras, justo detrás del set de televisión de la facultad) y dio rienda suelta al matón que lleva dentro. De pronto se parecía a la mole, dando gritos y golpes a la consola. "¡¡¡Dame los cassettes!!!", me gritaba desaforado. Yuri trabajaba en canal 4 y Levy, su amo y señor, lo había agarrado del cogote para que me quite las cintas.

El gordo estaba enloquecido. "¿Tú crees que Levy no es asesor de Fujimori? ¡¡¡Claro que lo es!!! ¡¡¡Y si no me das las cintas el SIN se va a meter a tu casa y las va a sacar!!!!" Jamás olvidaré la cara de mis compañeros de clase cuando salí, espantados afuera creyendo que Yuri estaba moliéndome a golpes.

Me dio 20 minutos para ir a mi casa y traer las cintas de regreso. Salí corriendo y lo primero que hice fue buscar a mis compañeros de grupo, los que hicieron de camarógrafos. '''Copiemos las cintas", me dijo Daniel. Y lo intentamos, pero era casi imposible de VHS a VHS. No quedaba otra que llamar a Lucho Iberico, el profesor del curso. Realmente creí que Lucho, experto en luchas cívicas, el soldado que durmió en un colchón defendiendo canal 2 del imparable ingreso de los Winter, casi un héroe de la guerra contra la dictadura, iba a pelear esta batallita conmigo. Y me estrellé, de narices, con una patética realidad: "Ahorita no puedes pelear, eres una estudiante. Ya habrá peleas peores cuando seas periodista, Grossmann. Entrégale las cintas a Yuri". Mi profe sacaba el cuerpo con mejor cintura que bailarina de hula hula.

Mis compañeros no querían perder todo lo pagado hasta entonces -que era un huevo- por la carrera en la UPC. Caballera no más. Casi al borde del vómito, con cada uno de mis capilares envenenado de impotencia, fui al set de televisión y le tiré los cassettes a Yuri Garrido como el asaltado que le tira los billetes en la cara al ladrón.

A las 8 de la mañana del lunes Úrsula Freundt, mi jefa de carrera, me buscaba desesperada. "¿¡Pero qué ha pasado!? Ha llamado Abraham Levy, José Francisco Crousillat, José Enrique Crousillat, el rector, ¡todo el mundo! ¿¡Qué han hecho?!" Durante dos horas le contamos a Úrsula minuto a minuto lo que había ocurrido. Pero eran años de dictadura, era el reinado de Montesinos y su socio Levy tenía tenía el poder de convertir lo absurdo en realidad.

Según el engreído de los Crousi yo había cometido una serie de faltas éticas, había ido con documentos en mano a acosarlo (documentos: entiéndase por ello dos fotocopias, una de TVMás y una de La República), le había dicho una serie de malcriadeces y por todo eso merecía, válgame Dios, ser expulsada de la universidad. Y yo, sólo yo, con nombre y apellido.

Levy estaba dispuesto a hacer que el mismísimo Fujimori llamara al rector para castigar mi osadía, ag, horror, niña mala. Pero lo bueno es que los mentirosos no puden contra la evidencia en video. Yuri no había entregado aún las cintas así que, gracias a Dios, Úrsula lo obligó a devolverlas y ahí estaba la prueba de todo. Convocaron a una junta para evaluar si hubo faltas éticas o no -absurdo igual, pero en fin- y, por unanimidad, me dieron la razón. Abraham Levy, sencillamente, era un mentiroso hasta el asco y aplicaba, junto a su cómplice Yuri Garrido, los mismos métodos montesinistas que seguramente comparten con Martin Rivas y todos los Colina boys.

Finalmente ni me botaron, ni me castigaron, ni nada. Por el contrario, Úrsula me entregó las cintas para terminar mi trabajo con la condición de que las devolviera terminada mi edición. Y bueno, me saqué buena nota. Lo que no saben ni mi respetadísima Úrsula ni Abraham Levy es que yo nunca devolví los videos. Me los robé, y los tengo sólo para recordarle a Levy quién es quién y qué tan efímero es el poder. Avísenme, queridos bloggers, para cuándo quieren la función estelar.

Por favor, no dejen de ver este reportaje de Marco Sifuentes sobre las últimas andanzas del hombre del tiempo y su niño malo.