Según uno de los cables de la Embajada de los Estados Unidos publicado por Wikileaks, Ollanta Humala admitió haber violado los derechos humanos de varias personas cuando dirigía, como capitán, el cuartel de Madre Mía. A quienes comentaron que no basta con los testimonios obtenidos por los periodistas que investigamos el tema, estos cables apoyan dichas versiones y, según la justicia, varios testimonios sí constituyen una prueba.
Sé que a muchos les cuesta creer o tendrán un argumento para justificar lo que hizo el "capitán Carlos", pero debo decir que yo no puedo votar por una persona que cometió las atrocidades perpetradas en esa zona del Perú. Fui yo quien oyó la voz aterrorizada de Jorge Ávila, el testigo del caso judicial, cuando me llamó por teléfono buscando ayuda porque era amenzado día y noche por "alguien" que quería que retire su acusación.
Y para los que creen que por esta razón le daré mi voto a Keiko, siento decepcionarlos, porque el "capitán Carlos" simplemente obedecía la política de lucha contra subversiva dictada desde el Pentagonito, donde dormía Fujimori y su hijita Keiko, y desde el SIN, donde vivía el ladrón de Montesinos. Una política ideada por esos dos socios en el poder que les dio carta libre a los militares para torturar, violar y matar a inocentes y culpables, y generar traumas en nuestra sociedad.
Es por esto que yo, este 5 de junio, votaré viciado. No me da la consciencia para votar por quien dio la orden de matar, ni mucho menos por quien la ejecutó.
Y para los que creen que por esta razón le daré mi voto a Keiko, siento decepcionarlos, porque el "capitán Carlos" simplemente obedecía la política de lucha contra subversiva dictada desde el Pentagonito, donde dormía Fujimori y su hijita Keiko, y desde el SIN, donde vivía el ladrón de Montesinos. Una política ideada por esos dos socios en el poder que les dio carta libre a los militares para torturar, violar y matar a inocentes y culpables, y generar traumas en nuestra sociedad.
Es por esto que yo, este 5 de junio, votaré viciado. No me da la consciencia para votar por quien dio la orden de matar, ni mucho menos por quien la ejecutó.