viernes, 11 de mayo de 2007

La verdadera epopeya

Es curioso cómo los peruanos caemos en provocaciones inútiles y libramos guerras absurdas. Guerras sangrientas que nos regalan la gloria de tener más héroes qué recordar pero que nos retrasan décadas y nos dejan heridas demasiado profundas. El escándalo que provocó la mini serie Epopeya es otro recordatorio del trauma que significó la guerra del Pacífico, y es tal vez un ejercicio interesante asomarnos a la herida y ver cuán dolorosa es.

Lo que van a ver es una recopilación fotográfica de Renzo Babilonia, un periodista que viajó a los archivos de Santiago de Chile para completar una colección envidiable de imágenes captadas por fotógrafos de guerra, fotos de escenas reales que retratan la verdadera epopeya desde ambos lados de la línea de combate. Asómense con un click a un reportaje realizado el año 2004 sobre un momento histórico que nos ha heredado lecciones no debemos olvidar.


Reportaje sobre la guerra del Pacífico
Colocado por libertadcero

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Guerra del Pacífico, como la del Cénepa, que también la perdimos, entre otras, es un ejemplo para los peruanos de lo que no debemos hacer. Ambas, lamentablemente, nos dejaron desde Piérola hasta Fujimori y Montesinos muchos villanos, más traidores que algún héroe. Digo lamentablemente porque si en la guerra con Chile tuvimos algún héroe, este fue un héroe derrotado, silenciado de alguna vez gritar victoria, que cayó bombardeado y voló en mil pedazos por un bombazo enemigo en su monitor (como cuenta nuestra memoria nacional) y quizá este fue el desenlace para que los chilenos tomen Lima, nuestro Palacio de Gobierno. Pero los peruanos sabemos que Lima no es todo el Perú y sobre aquel episodio, en los Andes y la Amazonía, también se recuerda que pudo ser el fin de otra batalla, más no el de la guerra. Claro, si Lima no se rendía, y pudimos resistir un poco más planteando el conflicto en el territorio natural de nuestros soldados, aquellos que los historiadores tildan de indígenas y no los recuerdan como nuestros hermanos. Otra historia te estaría contando si la Guerra del Pácífico la definíamos en las alturas de los Andes, donde está la mayor parte de nuestro territorio, donde desde hace milenios somos inexpugnables.

Por desgracia, Grau es nuestro máximo guerrero republicano, pero cayó derrotado. Y los peruanos pecamos de chauvinistas al decir que durante la época republicana tuvimos héroes, de ensalzarlos y en la fecha de su muerte rendirles fanfarrias, porque la Historia nos dice otra cosa, nos enrostra la cruda realidad que, desde hace más de 500 años, no salimos de nuestra racha perdedora. Y mirando más allá, este no es un comentario triste, porque no somos una nación de perdedores. Desde hace 5.000 años, desde Caral, Chavín, Paracas, los Moche, los Chachapoyas, los Waris y preíncas, con ellos, nuestros ancestros, fuimos una gran nación de emperadores. Hasta de grandes navegantes que alcanzaron la Polinesía y sembramos allí mitos y leyendas de hombres rojos que llegaron con su tecnología no a colonizarlos, a educarlos. Y aquí está el problema, en nuestro último lapso de historia los peruanos no salimos de la racha perdedora porque no nos estamos educando, no nos conocemos. No sabemos quienes somos, no nos encontramos, he aquí el problema peruano, que alguna vez fue el mexicano. Y no nos queremos ver, durmiendo en esta maldita amnesia que es tan solo mirar lo inmediato.

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R. V.