martes, 22 de mayo de 2007

Mercado de Santa Anita: Oe, a cuánto están los niños?

Hizo falta órdenes policiales, alarmas en la prensa y un ultimátum fiscal para que las madres de los niños escudo sacaran a sus hijos del polvorín que es el mercado de Santa Anita. Pero lo que me pone la piel de gallina es que los comerciantes, en vista de que se quedaban sin carne de cañón, han empezado - y no es broma- a alquilar niños. ALQUILAN NIÑOS EN EL MERCADO DE SANTA ANITA, POR DIOS SANTO, para pararlos en la primera línea de combate.

Acabo de hablar con un alto oficial de la policía encargado del desalojo. Imaginarán que lleva sobre los hombros el peso de Júpiter. Era casi la medianoche y seguía en coordinaciones porque al parecer el desalojo ya no tardará en producirse. Mientras alistan carpas en los hospitales, los comerciantes acumulan un arsenal de objetos punzocortantes, armas de fuego y material inflamable listo para defender, con la demencia del caso, el dichoso local.

Sin embargo, lo que realmente me conmovió de este prominente oficial es que estaba asqueado. Ni él ni yo podíamos creer que fuera cierto: los dirigentes del mercado de Santa Anita han reclutado decenas de niños y adolescentes a cuyos padres les pagan a cambio de permitir que sus hijos permanezcan dentro del mercado. Nunca más retorcida ni más macabra la creatividad peruana para inventar una forma de frenar la arremetida policial.

Claro, era la manera más astuta -y vil- de evadir la responsabilidad legal. La semana pasada la fiscal Lidia Vega logró que los comerciantes firmaran un acta comprometiéndose a retirar a los niños. Si no lo hacían, sus madres serían enjuiciadas y podrían incluso perder la patria potestad de sus hijos. La fiscal, tras horas de negociación, les arrancó la rúbrica a pesar de que las madres temblaban ante la presencia de los dirigentes, encabezados por Fernandino Nieto, quien aparentemente las presionaba para que mantuvieran a los niños dentro del mercado. El asunto es que hoy, cuando ya muchas de ellas -madres al fin-habían regresado a sus hijos a casa, se puso en marcha el plan más ruin del que haya tenido noticia desde Herodes: alquilar niños, dejarlos como blanda muralla de contención y luego que los enjuicien no más, total, ¿la patria potestad de quién van a quitarles?

La responsabilidad, de comprobarse que es la dirigencia la que facilita el dinero para el "alquiler", los llevaría de igual modo al banquillo porque estarían cometiendo el delito de exposición de personas al peligro. Pero eso, claro, sucederá sólo cuando tengamos que contar cuántos niños heridos - y quizás cuántos muertos- han quedado como saldo.

Lo que no termino de entender es cuándo se terminó de joder el Perú. Porque corrupción siempre ha habido, injusticia, pobreza, siempre ha saltado la rabia que generan las diferencias en algún pleito, pero esto, francamente, me parece un nivel nunca visto de miseria moral. Miseria tal vez derivada de la otra miseria, la que no deja comer. No sé si estar a punto de morir de hambre puede servir de justificación para comerte a tu hermano, pero en este caso los comerciantes ni remotamente han llegado a ese límite y se dan un lujo que yo no puedo darme, el de pisotear verduras en sus protestas. ¿Será que la pobreza nos ha carcomido tanto que nos devoró el corazón? Vamos, alguien ayúdeme a entender.

12 comentarios:

El Chepis dijo...

Bienvenida a la blogósfera. Vengo del blog de Monich.

Debo admitir que no me encuentro en posición de comprender la atrocidad que cometen los dirigentes del mercado de Santa Anita, que no sólo está matizada de una carencia de moral y principios, también exhibe una caradura monumental, una falta de verguenza de proporciones pantagruelescas que realmente asusta. Hasta qué punto se puede realmente ser conchudo? No lo sé, supongo que seremos testigos.

Anónimo dijo...

tienes pruebas de eso? No será un psicosocial del apra para justificar la sangre que correrá en el desalojo. viviste el gobierno anterior aprista, tienes memoria?

Gustavo

El Doc dijo...

Ala mier... ¿Dios, hasta dónde hemos llegado?

Sólo espero que eso no sea demasiada masacre, porque algo me dice -más allá de lo que declararon algunos comerciantes, sobre que vamos a salir muertos- que el número de casualties no va a ser bajo.

Ojalá me equivoque.

Anónimo dijo...

"Nunca más retorcida ni más macabra la creatividad peruana para inventar una forma de frenar la arremetida policial.
Claro, era la manera más astuta -y vil- de evadir la responsabilidad legal."

Tú lo ha dicho y es una gran pena que no reine el espíritu de la ley. nadie respeta las leyes en el Perú desde el más encumbrado al más pobre siempre están pensando sacarle la vuelta a la ley. Por supuesto que hay quienes la respetan y lastimosamente son vistos con malos ojos, o son el hazme reir de famoza "criollada."

Muy bueno tu post.

monich dijo...

SALVAJES!!!!... No encuentro otra palabra.

PD: Mi cherry sirvió eh!!...y tú no lo has leido seguro, snif..

Anónimo dijo...

El Perú nunca se terminó de joder, porque simpre estuvo más que jodido: está recontra cagado. Y no me refiero a los peruanos, que somos los que cargamos al muerto, con mucho honor y patriotismo. Me refiero a los cretinos de nuestros políticos que siempre nos han dado opio por educación. Lo que me cuentas no me sorprende porque yo estuve en Ilave, una semana antes que linchen al alcalde Cirilo Robles y vi peores cosas que mercaderes famélicos que pisan sus propias verduras o niños como escudos para protagonizar el show televisivo de una batalla campal. Allí vi polícias desfilando arrodillados, tomados por una población que se había propuesto hacer justicia por sus propias manos. Mientras que en Lima todos andaban golpeándose el pecho, alucinando que la torreja de pejerrey que se comían era bacalao nórdico, mientras pensaban sobre qué cucufatear en plena Semana Santa o buscando un blanco para rajar, envidiar, en plena misa del Gallo.

Lo que más me molesta de todo lo que cuentas es que exista una ley que lo permita.

Rodrigo Valera.

Anónimo dijo...

P.D. Pobre, ya entiendo esa foto de espanto en tu perfil.

R.V.

Anónimo dijo...

repudiable, realmente, pero porqué no miramos qué ha originado todo esto, si no es la falta de un política integral de planificación urbanística...

Anónimo dijo...

me parece lamentable que un blogger llegue a justificar la barbarie que se está cometiendo con los niños en Santa Anita (¿tienes pruebas de eso?) solo por oponerse a ti, Grossmann. Eso dice mucho de su calidad moral rastrera, que es ya conocida de todos. Excelente post.

La Gross dijo...

Lo peor es lo que ha descubierto la policía la madrugada de ayer: un cargamento de armas entre las que se incluye un FAL, que es un fusil de guerra aparentemente robado a las Fuerzas Armadas. Según la policía, el destino de estas armas era el mercado de Santa Anita. ¿Qué están buscando estos tipos? ¿Convertir el mercado en Irak?
Insisto, este es un clarinazo de alarma de lo que nos espera en el futuro en materia de conflictos sociales.
Respecto al anónimo que solicita pruebas, presumo que es un impostor. Sólo un oligofrénico tendría problemas para entender lo que ocurre. Habrá que pedirle, en todo caso, que lea los diarios.

diego dijo...

te imaginas el diálogo:
comerciante: caserita, a cuánto el niño?
madre: baratito nomás, a 30 soles, los 2 por 50
comerciante: ya pues caserita, una rebajita
...
que miedo, no?

Anónimo dijo...

tanto comentario y a la hora de la verdad, no hay niños alquilados, fue un psicosocial (creado sabe Dios por quien?) para indisponer a los lectores contra los comerciantes desalojados?. Se acabo y fin de la historia.